La tecnología está haciendo evolucionar el mundo de la automoción a pasos agigantados. Los nuevos modelos cada vez están equipados con mayores y más modernos sistemas de conducción para hacer el manejo del vehículo más cómodo y relajado. Todas estas mejoras nos llevan a dilucidar cómo será el coche autónomo del futuro. Más ayudas al conductor, más peso de la máquina sobre la persona y el objetivo final de reducir drásticamente los muertos en carretera.
Para conseguir sus propósitos, el Parlamento Europeo ha diseñado el proyecto Vision Zero, un ambicioso plan que pretende evitar 25.000 víctimas mortales en la carretera hasta 2040 y 140.000 heridos graves. En 2050 se quiere que no se produzca ninguna muerte en el continente europeo a bordo de un vehículo.
En este proyecto se enmarca la implantación obligatoria de diez nuevas tecnologías que llegarán dentro de un calendario que se desarrollará entre 2022 y 2028 y cuya primera fase se extenderá desde julio de 2022 a 2024. Durante estas fechas se obligará a que todos los vehículos nuevos homologados para ser vendidos en Europa cuenten con una serie de ayudas a la conducción que ayuden a reducir los accidentes. Y, a partir de 2024, todos los automóviles matriculados en nuestro continente tendrán que contar con estas ayudas, hayan o no sido homologados durante este periodo.
SISTEMA ADAS, LAS TECNOLOGÍAS OBLIGATORIAS
Para conseguir estos objetivos, la Unión Europea quiere implantar los llamados Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS), los cuales veremos, como ya hemos dicho, en todos los nuevos modelos que se vendan en Europa a partir de 2022.
En concreto, todos los sistemas de seguridad que llegarán de serie en los nuevos modelos serán los siguientes:
- Asistente de Velocidad Inteligente (ISA).
- Cámara trasera con detección de tráfico cruzado.
- Detector de fatiga y somnolencia, con detector de pérdida de atención.
- Frenada de emergencia.
- Alerta de cambio involuntario de carril.
- Bloqueo del vehículo, con alcoholímetro.
- Caja negra.
- Alerta de cinturón en las plazas traseras.
Además, todos los autobuses y camiones tendrán que contar con sensores de ángulo muerto y se actualizarán las pruebas de choque a la que se someten los turismos durante su homologación.