En España una de las mayores infracciones cometidas por los conductores es el exceso de velocidad, en solo una semana la DGT puede registrar de media 31.000 denuncias a conductores imprudentes por este motivo. ¿Consideramos que el medio del radar para cazar estas infracciones es una medida preventiva a un peligro real que puede llegar a causar la muerte de otros usuarios, o solo es un sacacuartos?
Cometer una infracción de exceso de velocidad en nuestro país puede conllevar desde una multa de entre 100 y 500 euros, la retirada de puntos de carné de 2 a 6 puntos, retirada del permiso de conducción e incluso puede derivar en pena de prisión.
Se puede establecer la pena de cárcel de 3 a 6 meses o trabajos a la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso la prohibición de conducir vehículos a motor de entre 1 a 4 años si, en el caso de vías urbanas, se supera la velocidad permitida en 60 km/h, y en vías interurbanas, si se supera en 80 km/h la velocidad permitida. En caso de que la conducción sea de una temeridad por encima de los limites citados, la pena de prisión puede llegar hasta los 2 años y la retirada de carné hasta los 6 años.
El control de velocidad se realiza a través de radares móviles, fijos, de tramo o aéreos, y tanto la DGT, el Servei Català de Trànsit y el Gobierno del País Vasco ofrecen la información sobre sus ubicaciones en sus páginas web. Sin embargo, no son un recurso infalible y tienen un margen de error que puede llegar a suponer sanciones inapropiadas, así lo denuncia la AEA (Automovilistas Europeos Asociados), que aseguran que la DGT ha impuesto sanciones con importes y retirada de puntos por encima de lo que marca la ley.
Para intentar evitar estos problemas, la DGT decidió hace 4 años unificar el margen de tolerancia de activación de los radares en todo el territorio. De manera que, si la velocidad máxima permitida es de 100km/h, el radar saltará si se supera en 7km/h, y en el caso de límites superiores a 100km/h, el radar deberá activarse si la velocidad se sobrepasa en un 7%.
Desde el punto de vista de Romakuruma Suzuki, los radares sirven para conseguir concienciar a aquellos conductores que tienen la tentación de pulsar el acelerador más de la cuenta, un vehículo puede llegar a ser un arma si no se usa con precaución. Por ello recomendamos a todos los conductores que cuiden de su vehículo y respeten las normas de tráfico para no llevarse sorpresas desagradables, evitando poner en riesgo la vida de otros conductores y viandantes, así como la suya propia.